martes, 5 de marzo de 2013

Hoy no podemos salir a jugar al patio.


Aprovecho que es un día lluvioso, frío y con viento para publicar unos juegos muy sencillos que he encontrado y que encajan perfectamente con la meteorología. Espero que sean de utilidad.

Adivina quién te dio.
Un niño se pone de cara a la pared con una mano extendida a la espalda. Uno de los otros niños le da en la mano y el primero debe adivinar quién le ha tocado, si lo hace le reemplaza en la pared.
A esconder el pie.
Todos los jugadores se sientan con las piernas extendidas y cantan:   "La gallina ponicana pone un huevo a la semana,  pone uno, pone dos, pone tres, pone cuatro, pone cinco,  pone seis, pone siete, pone ocho, pone nueve, pone diez, la gallina ponicana te manda esconder el pie".
El niño al que le ha tocado el último verso, cumple la orden y esconde el pie, la siguiente vez se le salta hasta que les vaya tocando a todos.
Compañeros enredados.
Se hacen parejas que andan, saltan o bailan separados mientras hay música. Cuando la música para tienen que salir corriendo, agarrarse de las manos y sentarse. Se deben cambiar mucho los tiempos y se puede cambiar de pareja.
Los cubiletes.
Se ponen cubiletes, uno o más por alumno, (pueden ser vasos de yogur) por el suelo, los niños tienen los ojos vendados y una piedrecita en la mano.
A una señal se ponen a buscar los vasos. Cuando encuentran uno, meten la piedrecita y lo mueven para hacer ruido. El juego sigue hasta que todos tienen un cubilete.
Tapar la moneda.
Se pone un barreño pequeño con agua (no demasiada) y una moneda de uno o dos euros en el fondo, se les dan monedas de céntimos y tienen que intentar tapar la del fondo con las suyas.
¿De quién son...?
Escondidos detrás de una manta o biombo, algunos niños van mostrando a sus compañeros partes de su cuerpo: manos, pies, alguna prenda de ropa...
Los demás deben de adivinar de quien se trata.
Las flores del jardín.
Los niños forman varias líneas paralelas de flores, a cada fila se le da el nombre de la flor a que representan. El maestro sopla y el viento dispersa las flores. A una señal todos volverán a reagruparse. Se puede hacer con cintas de colores en el suelo.
La gallina y la mosca.
Se hace un corro y se cogen dos balones de distinto tamaño. Uno es la gallina y otro es la mosca. Los cogen dos niños que estén enfrente en el corro, a una señal empiezan a pasarlos a toda velocidad para ver si la gallina se come a la mosca o la mosca pica a la gallina según que balón alcance al otro.
La llave perdida.
Se dejan unas llaves u otro objeto en cualquier lugar de la clase. Los niños deben estar fuera y cuando entran la van buscando. Se les puede ir dando pistas. El que la encuentra es el que la busca la siguiente vez. El objeto no debe estar escondido.
Sillitas musicales.
Clásico juego en el que se ponen en corro tantas sillas como alumnos, se sientan todos, cuando suena la música se levantan y dan vueltas, se quita una silla, cuando para la música se tienen que sentar y el que se queda sin silla resulta eliminado. Se repite hasta que sólo queda uno.
Pasar la goma.
Se hacen filas de siete u ocho alumnos, al primero se le da una goma que debe tensar separando las manos, a una señal deben pasarla, sin que se destense, al siguiente de la fila. Al llegar al final de la fila el último levanta las manos con la goma tensada. Se puede complicar haciendo que el último pase a la cabeza de la fila y empiece otra vez la secuencia.
Toco y adivino.
Se hace un corro con un grupo de niños de tal manera que una sabana o manta les tape las piernas, se pasa un objeto por debajo sin que lo vean. Tienen que adivinar que es. Hay que procurar que no sea demasiado fácil.

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